**Dejemos De Fingir**
Amar es un pecado. ¡Pues
entonces he pecado!
Enamorarse de una mujer
casada no es correcto. ¡Pues entonces soy un incorrecto!
El amor es solo para los
jóvenes. ¡Pues entonces soy un viejo con la mente
de un adolescente!
¡Dejemos de fingir! Cuando
el amor llega no hay ningún remedio para curar
ese mal. Quitémonos la
careta y a cara limpia digamos la verdad:
El amor es algo
maravilloso, venga cuando venga, nuestro corazón se acelera
nuestra mente deja de
razonar y solo queremos ser correspondido con su
sonrisa que ya amamos con
sus caricias que anhelamos con su voz que todo
lo cura y su profunda
mirada de mujer enamorada.
¿Acaso fingir no es un
pecado?
¿Acaso amordazar al
corazón no es un crimen?
¿Acaso callar no es de
cobardes?
Son amores que llegan
tarde imposible de evitar que llegan a deshoras; como
poder rechazar como poder
decir que no cuando nuestra alma con gritos de
silencio avergonzados y en
la intimidad mueren por un momento de amor.
Dejemos de fingir hablemos
con claridad y sin miedo al qué dirán; a los vientos
contemos que tenemos un
amor tardío que conquistó nuestro ser y nuestros
sentimientos, enarbolando
la verdad que no sabe de mentiras, nos condujo al amor que no sabe de distancia
de edad o compromisos familiares.
¡El amor es como la
justicia en la democracia!
Tiene sus tiempos sus
razones sus momentos; y sin consultar con nadie ni con
nada toma sus propias
decisiones permitiendo que el amor nazca de una mirada de un saludo o
simplemente de una sonrisa que florece de nuestra próxima amada.
¡Dejemos de fingir; no hay
otra fuerza más poderosa que la flecha del amor!
Mario Beer-Sheva
“Mirar hacia atrás puede
indicar el camino” José Narosky.-
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