**Desorientado**
Vivo sin saber quién soy,
vivo sin saber quién eres, vivo sin entenderte y eso
me mantiene hundido en el
miedo y la desesperación. Quieres tu decirme
donde quedó tu sonrisa que
me alegraba la mañana hasta el fin del día que
nuevamente, nos
encontrábamos, y entre risas y comentarios esperábamos la
cena para irnos a
descansar.
El miedo hace temblar mi
corazón esperando alguna noticia que acabe con nuestro idilio; volviendo a los
años de soledad que tan bien conocí.
Desorientado, despistado,
perdido, confundido, ponle tú el sinónimo que quieras. Como navegar en un
remolino de fuerte tormenta en una oscura noche frente a un mar desconocido.
¡Sí, así me siento yo!
Vivo pendiente de algo que
no alcanzo a comprender, mi cuerpo tiembla ante
tu silencio, mis ojos
lloran ante la seriedad de tu rostro, hago mil conjeturas
cuando rechazas mis
caricias, mis besos, que en una época las festejabas como yo.
¿Qué te ha pasado querida
mía; acaso he pecado sin saberlo sin quererlo y hoy me
respondes como un castigo con tu falta de
amor?
¡Si es un castigo dímelo
cumpliré con la penitencia y volvamos al ayer!
Desorientado en un
laberinto que no encuentra la salida mientras mi corazón a
gritos reclama el final
del túnel la luz y la libertad.
¡Enséñame el camino
correcto y volvamos a vivir!
¡No me condenes como un
Pecado Original!
Mario Beer-Sheva
“Me até a tu vida. Y pude
volar” José Narosky.-
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