**Temor Al Silencio**
Debo reconocer: temo al
silencio que arrastra recuerdos que no puedo
evitar. Tanto he tenido tanto
he perdido y aunque los años pasaron el
silencio, como un castigo, me
los presenta como un pecado por haberlos
tenido.
Prefiero el ruido que aturde
y confunde y que no deja pensar así las ideas
que son recuerdos se alejan
de mi mente para perderse en la eternidad.
Temo al silencio; prefiero el
bullicio el ruido la algarabía los gritos, que
nada representa, y que sin
concierto me distraiga de lo que tanto temo:
tranquilidad, sosiego y paz.
El silencio es testigo que
nos recuerda los errores de años pasados que
se hacen carne en nuestra
mente y dolor en el corazón. Es un dolor único
y profundo que con cada
latido nos lleva al día de ayer y solo el ruido que quizá nos confunda pero en
su algarabía nos trae la paz de la cordura,
que es la distracción para
nuestro espíritu que clama amor y olvido, en
los años a vivir.
Temo al silencio y lo digo a
viva voz: el silencio es para aquellos que han
muerto y encerrados en su
tumba esperan los cenizas que en poco tiempo
los acompañarán
Alegría, algarabía, con
ustedes quiero disfrutar y cuando alguien protesta
del ruido de mi vida le
contesto:
¡El silencio será mi
compañero, junto al sosiego y a la paz, hasta el fin de
la eternidad!
Mario Beer-Sheva
“Aprendemos a aceptar, pero
no a sufrir” José Narosky.-
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