Mis pensamientos, mis alegrías, mis malos días; todo lo
vuelco en el
papel de la memoria…
¡Es mi libertad, la que nadie puede atar!
Como la libertad del pájaro que huye de su jaula buscando el
horizonte
que lo aleje de su prisión, que lo acerque a su
independencia…
¡Es mi sentir, es mi vida, es mi ser!
Me siento parte de una revolución en contra de la opresión,
la dictadura,
el tirano que quiere aprisionar mis pensamientos…
¡Es mi soñar hecho realidad, es descubrir el edén soñado.
Con mi escritura puedo retroceder, avanzar o escribir lo
cotidiano. Es la
magia más increíble que el hombre pudo inventar, es más
importante que
haber inventado la rueda…
¡Es el derecho que tengo de inventar personajes!
Y juego con ellos según mi humor, mi capricho, mi forma de
sentir; en el
momento de crearlos los elevo a las alturas o los hundo en
la profundidad
del mar y en un minuto, quizás, los hago desaparecer como
hojas secas al
viento…
¡Es como un regalo que recibe mi mente y ordena a mis manos
que escriba
sin titubear!
Es todo un lujo. ¿Verdad?
Mario Beer-Sheva
“Llegué al mundo sin nada. Me iré del mundo sin nada,
excepto amor. Todo
lo demás es prestado. Anónimo.-
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