Vuelve la noche, como anoche y como tantas otras noches. Con
sus recuerdos, que lastiman mi descanso, con mi mente que se
abre
al ayer para llorar hoy.
¡Cuanta amargura, cuanta tristeza, en las noches que aún me
quedan!
¿Cómo evitar estas pesadillas, que llaman a los fantasmas de
amores que
ya fueron?
No hay forma de evitarlo; después del día viene la noche, la
noche maldita
que no sabe de gloria, que no sabe de perdón, que no sabe de
olvido, que
sólo sabe evitar el sueño y despertar el ayer.
Ya veo el sol desaparecer en el horizonte y en breve, el
cielo oscuro, estará
listo para mostrar la luna y sus estrellas indicando que la
noche vuelve a
reinar.
Eres reina de la noche, en tus manos está mi descanso, mi
reposo, para un
nuevo día; pero tu no lo dejas, tu eres quien abre mis
recuerdos, abre mis
heridas y la sal de tu brillo es el martirio de mi carne.
Y así sin más. ¡Me pongo a llorar!
Mario Beer-Sheva
“La vida del artista tiene precipicios y montañas. Pero él
tiene alas.”
José Narosky.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario