No eres la misma; tus ojos no brillan, con la chispa
picaresca, de la
alegría cuando esperabas mis brazos y mis manos que te
invitaban
al éxtasis de nuestro amor…
No eres la misma; tus labios ya han perdido la mueca del
beso, del
beso que en tu boca ardía…
No eres la misma; tu peinado coqueto se ha transformado en
un pelo
que, recién, ha dejado la almohada…
No eres la misma; te falta el maquillaje que daba color a
tus mejillas
y a tus rojos labios que me encendían…
No eres la misma; has dejado, olvidado, al perfume que
enamoraba a
mi olfato y dabas a mis ansias amarte y amarte…
No eres la misma; es el grito que sale de mi corazón, y
confunde mis
sentimientos, que estaba enamorado de la mujer que por ella
daba la
vida…
No eres la misma; dime
donde está mi antiguo amor, que hacia vibrar
mi cuerpo, todo, al sólo mirarte y estrujarte en mis brazos,
como leño
encendido…
¡ Dime, desconocida, donde está la mujer que amé !
Mario Beer-Sheva
“Tu corazón recibió mi mensaje. Aunque sólo contenía
silencios.”
José Narosky.-
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