lunes, 24 de septiembre de 2012

Escribir al amor por el amor mismo

 
Escribiré; escribiré hasta el final de mis fuerzas, no habrá nada que pueda impedirlo. Salvo la muerte con su guadaña, que todo lo puede, que nadie escapa y de un solo tajo te corta la vida y se adueña de sus entrañas, de sus pensamientos, ilusiones, gozos, riquezas o pobrezas.
Mientras la vida me acompaña, plasmaré en el papel mis verdades, aunque hiera, mis ilusiones, que nunca pude hacerlas realidad y se transformaron en sueños, que hacían mis noches más gratas y mantenía el fuego de la imaginación y la esperanza, que me hacía tan feliz.
En mis letras, palabras, oraciones, mis lectores conocerán la vida, que este viejo poeta, dedicó a caminar, por el camino de la vida, siempre con la vista al frente, sin retroceder, sin claudicar.
Nunca pedí perdón, nunca perdoné; dos cosas en la que estoy arrepentido, por lo inflexible que he sido:
¡Lo confieso y me arrepiento por ello!
Perdón a aquellos, que consideré enemigos y perdono a los que lo fueron; espero de nada haberme olvidado, y si así lo fuera, quiero que lo sepan que fue cuestión de memoria.
¡Mi corazón está vacío, de odio y rencor, sólo de amor está lleno y sólo de amor podré escribír!
Mario Beer Sheva

No hay comentarios:

Publicar un comentario